Como todos los domingos que puedo salir, he acompañado a los ruteros de las gordas. Hoy ha salido una ruta larga, la mas larga que he hecho con ellos.
Hemos salido cinco, Jose, Juan Carlos, Claudio, el abuelo y un servidor. El abuelo nos ha abandonado pronto por compromisos, y hemos quedado los cuatro solos ante los senderos y trialeras, aunque hoy hemos hecho pocas.
Hemos continuado la ruta según la versión de Claudio, hasta que hemos llegado a Santorcaz, y ahí la astucia camionera ha llegado a su fin, y si sumamos la pericia de Jose el loco con su Garmin, estaba todo el pescado vendido, así que, nos ha tocado preguntar. Te hemos echado de menos Oscar, bueno, mas bien lo mucho que chanas en las rutas, vuelve pronto amigo, o apareceremos algún día por Cadiz.
Gracias a un buen samaritano, que la verdad no hemos podido preguntar a ninguno mejor, nos ha llevado de la mano hasta donde conocíamos, y hemos podido terminar la ruta sin perdernos.
Al final un montón de pueblos y kilómetros, buenas cervezas (sin alcohol) en Nuevo Baztan, y buenas sensaciones finales por mi parte.
Le he preguntado a mi gorda si se puede poner a régimen para que me ayude a seguir a estos locos con sus anoréxicas bicis de carbono, y me ha dicho que me ponga a régimen yo que me pesa mucho el culo, que ella esta en su peso. No he querido discutir con ella, y casi mejor en vez de ponerme yo a régimen, pues a ver si para reyes les pido una maquina a la altura del grupo, y dejar de verles el culo, aunque lo mismo con la nueva me toca seguir comiendo el polvo que dejan.
Sea como fuere lo principal es poder seguir dando pedales mientras podamos, y cuando no podamos pues nos compramos unas de esas eléctricas y le apretamos el botoncito para subir.
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